Comunicado de COPESNA LTDA.: Tenor de arsénico en el agua de Navarro

CO.P.E.S.NA emitió un comunicado sobre el tenor del arsénico en el agua de nuestra ciudad y las del interior

En función de las noticias difundidas en los últimos días, respecto a un informe del ITBA que asegura que el 70% de la población de la provincia de Buenos Aires, ingiere agua con contenido de arsénico, nos permitimos informar a los asociados de Copesna, lo que refiere al agua de Navarro en particular. Ante todo, vale aclarar, que Copesna tiene un contrato de concesión Provincial, bajo el Marco Regulatorio para la prestación del servicio de agua potable en la Provincia de Buenos Aires, regido por la Ley 11.820 y su decreto reglamentario 878/03. Este Marco, determina los requisitos que debe cumplir el recurso distribuido. En este sentido, podemos asegurar que el agua distribuida en Navarro, cumple con todos los requisitos determinados, a excepción del ion arsénico, que se aparta del actual valor establecido. En Navarro, desde el inicio de la prestación del servicio, hace más de 40 años, los valores prácticamente se mantienen estables entre 0,08 y 0,10 mg/litro, siendo que la normativa actual requiere 0,05 mg/l. De ahí que sostenemos que el acuífero no ha cambiado, lo que cambió fue la normativa, que de los 0,10 mg/l que rigió durante décadas, bajó a 0,05 hace unos años y se pretende llevar a 0,01 siguiendo estándares internacionales, aunque no existan casos comprobados de HACRE (Hidro arsenicismo Crónico Regional Endémico), en la Provincia, ni estudios epidemiológicos oficiales que avalen tales decisiones. Aclaramos que los valores en las localidades del interior, Villa Moll, Las Marianas y J.J. Almeyra, cumplen con la normativa.

Más aún, tanto el Código Alimentario Argentino en su artículo 12, como así también el SPAR (Servicio Provincial de Agua y Saneamiento Rural) en sus protocolos analíticos de determinaciones realizadas en Navarro respecto al Arsénico, expresa que la “autoridad sanitaria competente podrá admitir valores distintos si la composición normal del agua de la zona y la imposibilidad de aplicar tecnologías de corrección lo hicieran necesario “.

El propio Jorge Stripeikis, director del Departamento de Ingeniería Química y Petróleo del Centro de Ingeniería en Medio Ambiente del ITBA y responsable del informe y en virtud de las repercusiones que trajo aparejado el mismo, explicó a un reconocido medio, que el arsénico es un contaminante natural, que data de la época en que se formó la Cordillera de los Andes, donde había erupciones volcánicas y las cenizas se esparcieron, llegando incluso hasta las orillas del Océano Atlántico. Esas cenizas se consolidaron, se sedimentaron y formaron lo que es el subsuelo. Con el agua se disolvió parte de las rocas y los minerales, y ahí tenemos el origen de la presencia del arsénico actual, bajo dos formas inorgánicas: el arsénico 3 (trivalente) y el arsénico 5 (pentavalente), de diferente impacto toxicológico. En ese sentido, explicó que el 3 es diez veces más tóxico que el 5 y, aseguró, que un estudio realizado por el Consejo Federal de Prestadores de Sistemas Sanitarios y Aysa, determinó que en el 90% de los acuíferos de la República Argentina, prevalece la menos tóxica, que es la 5. Asimismo, explicó Stripeikis, que según refleja un reciente estudio epidemiológico, “no hay evidencia significativa de efectos adversos en la salud por consumo de agua con arsénico entre 0,01 y 0,05 mg/l, aunque no por esto se debe relajar la vigilancia y el monitoreo”.

En sentido, procederemos a realizar estudios para determinar que especiación de arsénico tiene el acuífero Pampeano en nuestra zona, del que se extrae el agua que distribuimos.

Por todo esto, apelamos a la cautela a la hora de manifestarse sobre el tema, ya que consideramos que aún hay mucho desconocimiento, y declaraciones desafortunadas y/o extremas, puede ocasionar preocupación “excesiva” en la población.

El tema es muy complejo, desde lo técnico por la cantidad de agua a tratar (en Navarro utilizamos en la temporada estival hasta 5.500.000 de litros de agua diarios) y el impacto ambiental que el tratamiento conlleva, y el punto de vista económico, no solo por las inversiones a realizar, sino porque no debe olvidarse que el tratamiento tendría un importante costo, el que debería ser afrontado por la población, siendo también nuestra responsabilidad, considerar tal aspecto dentro del contexto que nos ocupa.

No obstante, es una preocupación permanente del Consejo de Administración y, desde hace mucho tiempo, se viene gestionando ante las autoridades provinciales y municipales, encontrar una solución en conjunto a este problema. Recordemos que, a mediados de 2017, tras intensas gestiones iniciadas en el año 2009 ante el SPAR, el Organismo inició una obra que involucraba instalar una planta de tratamiento por Osmosis Inversa, para su posterior embotellado en bidones. A fines de 2017 y tras haber adjudicado esta obra, el SPAR se disolvió y sus funciones fueron asumidas por la DIPAC, Organismo dependiente del MIySP de la Provincia. La DIPAC, al no estar de acuerdo con el sistema de distribución de agua en bidones previsto, resolvió replantear el proyecto de forma tal, que la totalidad del agua que se inyecte a la red cumpla con los niveles de arsénico exigidos por la legislación vigente. Para ello, determinó un nuevo proyecto que, muy resumidamente, se trata de un sistema de ósmosis inversa a instalar al pie de cada tanque, con capacidad de tratamiento de 50.000 l/h cada uno. En el mes de noviembre de 2019 se culminó la obra y se efectuaron las pruebas de las mismas, momento en el que surge la problemática del vuelco del agua de rechazo, propio de los sistemas de ósmosis inversa. El proceso genera aproximadamente 40.000 l/h de líquido concentrado en sales, que debía ser vertido en la red cloacal, pero por insuficiencias en la capacidad de la red, no fue factible y, tanto ABSA como el Municipio, solicitaron el cese del vuelco, razón por la que ambas plantas debieron ser detenidas. Desde ese momento, se continuó gestionando la puesta en marcha de las plantas, a punto tal que, a fines de 2022, el Municipio presentó un proyecto del ENHOSA que abarcaba, no solo la puesta en marcha de estas plantas, sino también una importante obra de ampliación del servicio. Lamentablemente este proyecto no avanzó y hoy ya no es viable, ya que el organismo ya no existe. Hoy por hoy el consumo de Navarro se ha incrementado por el crecimiento de la población, por lo que aunque se pusieran en marcha estas plantas, no sería suficiente para abastecer los picos de demanda.

Se le otorga una especial atención al monitoreo de la calidad del agua, tanto en sus aspectos físico-químicos, que se realizan semestralmente, como también los bacteriológicos mensuales, los que se vienen realizando en tiempo y forma en laboratorios de reconocida excelencia. Por otro lado, tanto el ADA (Autoridad del Agua), como así también la DIPAC, realizan toma de muestras de manera aleatoria y los resultados coinciden con los realizados por nosotros.

Podemos asegurar que el tema nos preocupa y no nos conformaremos hasta solucionarlo definitivamente, pero así mismo dar un mensaje de tranquilidad y cautela ante el manejo del tema. Recalcamos que el agua es la misma de siempre, la que venimos consumiendo desde hace 40 años y que su consumo no ha conllevado a contraer enfermedades directamente relacionadas.

Desde la cooperativa siempre hemos actuado con total sinceridad, publicando frecuentemente los resultados de los análisis reales y poniendo a disposición de cualquier persona toda la información al respecto…nunca hemos ocultado el problema.

Estamos comprometidos a seguir trabajando con todas las partes involucradas, COPESNA, Provincia y el Municipio, en la búsqueda de soluciones efectivas y que sean perdurables en el tiempo.

Consejo de Administración – Copesna Ltda.

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