«Un fin de semana difícil; cuando más nos tenía que acompañar la suerte, nos abandonó. Todo lo que no rompimos en el año, nos pasó en la última fecha; cambio de motor, embrague, caja, diferencial y carburador; la verdad frustrante, pero hay que seguir. Unas lágrimas y un abrazo apretado para desahogar, y a pensar en el próximo año. A veces el automovilismo y los fierros tienen esta ingratitud, y hoy nos tocó vivirla, al igual que el año pasado en la última fecha.
No tengo más que palabras de AGRADECIMIENTO con todo el EQUIPO, son los verdaderos responsables de que hayamos llegado hasta acá, fuimos regulares todo el año, peleamos el campeonato hasta último momento y dimos lo mejor de cada uno sin lugar a dudas; pero lamentablemente el destino manda y este claramente no era nuestro año.
Gracias familia por acompañar incondicionalmente, a los sponsor por bancarnos todo el año, y a los amigos por estar presentes siempre».
De esa manera resumía Nico lo ocurrido durante este fin de semana en Concepción. Como ya habíamos adelantado, llegó hasta esta última fecha con muchas posibilidades de ser campeón, pero los fierros, fierros son y a veces no responden como se espera. Nico terminó este domingo, décimo en la segunda final de la clase D. Lo que había comenzado como un enorme sueño, derivó en una sensación de enorme bronca y angustia por el hecho de haber estado tan cerca y que no se haya dado. De todas maneras, un gran año para el piloto de Navarro que deberá asimilar lo ocurrido hoy, descansar, juntar fuerza e ir por todo en 2026.





