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La bioquímica en tiempos de pandemia. Un lujo que nos damos. Entrevista a Patri Indaburu

Guillermo Ibarra

Los bioquímicos son profesionales que forman parte de “la columna vertebral de cualquier sistema sanitario”: los integrantes de la tan renombrada por estos días «primera línea». Horas, días, semanas, meses a nuestro servicio, conviviendo con el enemigo y lo más importante, aunque sea para mí, sin ningún interés ni tiempo de salir en la foto. Hace unos días se me ocurrió que sería bueno que todos sepamos algo más de ellos, de algunos de los «verdaderos héroes». Fue así que se me ocurrió contarles, aunque sea una parte de la historia de la vida laboral de una gran amiga, «la flaca Patricia Indaburu».

En el año 1994, en febrero se recibió de Bioquímica. Cursó sus estudios en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, realizando en el último año, la orientación en Análisis Clínicos.  En marzo- abril rindió los exámenes para realizar la residencia en bioquímica clínica. Había accedido por concurso a los hospitales del gobierno de la ciudad y al Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari (UBA), lugar que eligió por ser un hospital universitario, de mucha trayectoria. Nos cuenta Patricia que en ese momento realizaba la residencia en medicina, su amigo el Dr. Fernando Barbero, que la estimuló mucho en esa elección, diciéndole: “flaqui venite acá que vas a aprender un montón y vas a ser parte del equipo de salud”, que era lo que a ella le interesaba.

El Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari depende de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires fue fundado en julio de 1957 y lleva su nombre en homenaje a su creador, el Dr. Alfredo Lanari, quien fue su director hasta 1976. Es sede de la 3º Cátedra de Medicina Interna y desde su fundación, desarrolla un programa universitario de Residencias Médicas que junto a la Investigación Clínica fueron pilares pioneros en el país. Es en este Instituto donde se realizó el primer trasplante renal en el país y se puso en marcha el primer riñón artificial a nivel oficial y público. En el instituto hay residencias en Clínica médica, cirugía, bioquímica clínica, nefrología, investigación clínica, diagnóstico por imágenes. La Residencia Bioquímica del Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari,  fue creada en 1984. Surgió como una necesidad de difundir y mejorar con excelencia la profesión frente al  desafío impuesto por el marco institucional y  por el  avance  de conocimientos  mediados, entre otros, por el desarrollo tecnológico y la globalización. Se constituyó desde entonces en  un programa bioquímico de formación intensivo del postgrado inmediato, que abarca todos los campos de la Bioquímica Clínica, enfatizando el desarrollo y la inserción del bioquímico en el trabajo asistencial,  docente y de investigación, manteniendo  las premisas que conducen al Instituto Lanari  desde su creación: “asistencia, docencia e investigación”. Constituye el ámbito ideal para la enseñanza y el aprendizaje con el objetivo de formar profesionales capacitados con alto espíritu de compromiso profesional y social.

El periodo de la residencia bioquímica de Patricia en el Instituto fue entre 1994 y 1997. 

Las Residencias ocupan un lugar importante en los programas de formación y educación continua del profesional bioquímico y constituyen un espacio de alto impacto en el desarrollo, tanto a nivel profesional como social. En la profesión Bioquímica la formación de recurso humano a través del sistema de residencias en los laboratorios hospitalarios, constituye una experiencia irreemplazable debido a que en este entorno se conjugan la enseñanza y los conocimientos teórico-prácticos junto a la mejor interacción con el equipo de salud, lo cual constituye el mecanismo óptimo de capacitación. La residencia es un postgrado de educación bioquímica intensivo, que abarca todos los campos de la Bioquímica Clínica, poniendo especial énfasis en el desarrollo y la inserción del bioquímico en el trabajo asistencial, en el área de docencia y en el de investigación. En cada uno de los sectores por donde rota, el residente bioquímico se integra al trabajo asistencial, participa en seminarios, ateneos, trabajos de investigación y en las Jornadas Científicas que anualmente se celebran en el Instituto.

Con respecto a esto, Patricia nos dice: «Aprendí, estudié, me formé, hice muchas guardias de 24 horas, tuve el placer de contactarme con profesionales de todas las especialidades y fui muy feliz durante la residencia. En el año 1995 mi papá que por ese entonces, le trabajaba el campo a un señor que era el Director de la Clínica Bazterrica, me contactó con él. Fuí a una entrevista y me ofreció las guardias de los días miércoles del Sanatorio. Esta anécdota fue muy graciosa porque yo no daba con mi alma con la residencia y mi papá me concretaba entrevistas extras, pero por supuesto que aproveche la oportunidad, no me la iba a perder. Hice estas guardias los días miércoles durante diez años e incorporé domingos noches también más adelante. Este trabajo me vino muy bien cuando en el año 1997 terminé la residencia, nació mi hijo Tomas, entonces yo hacía guardias de noche, el bebé lo cuidaba mi esposo Fernando y yo seguía trabajando. Siempre trate de lograr un equilibrio entre el trabajo y la familia».

En el año 1999 el Dr. Néstor Litwin quien fue su mentor, le ofreció la Jefatura de Laboratorio de Guardia (División guardia urgencias y emergencias) y la coordinación de la residencia en el Instituto, cargo que desempeña hasta la actualidad. Pronto cumplirá 25 años en el Lanari. Con ese cargo sumó actividades interesantísimas para su crecimiento profesional, como por ejemplo, el de ser redactora de una revista científica llamada Bioquímica y Patología Clínica (ByPC), Revista de la Asociación Bioquímica Argentina (ABA) que tiene el objetivo de difundir artículos inéditos y originales relacionados con aplicaciones de la bioquímica clínica en todas sus especialidades en el campo asistencial y de investigación clínica humana, así como en bioquímica animal y vegetal.

Hablemos del laboratorio:

División guardia urgencias y emergencias. Este laboratorio procesa muestras provenientes del Servicio de Guardia Médica, y de pacientes internados (en terapia intensiva, sala general, guardia y diálisis) que requieren una respuesta con carácter de emergencia o urgencia. Funciona con un régimen de 24 horas. En cuanto a la actividad docente interviene en la formación de los residentes bioquímicos del Instituto y recibe residentes y concurrentes de distintas Instituciones públicas y privadas, participando además en disertaciones dentro y fuera de la Institución. Actualmente recibimos residentes de Laboratorio Stamboulian y del CEMIC. En el laboratorio de guardia cuento con tres bioquímicos de planta, el jefe de residentes bioquímico, los seis residentes y dos extraccionistas. Es muy lindo trabajar con los residentes porque estoy rodeada de jóvenes que te mantienen activa, actualizada, porque ellos están recién recibidos y son como esponjas, ávidos de conocimientos, experiencias y formación. También es muy satisfactorio ver cuando terminan la residencia y ocupan cargos en lugares muy reconocidos, formamos una red de colegas y quedamos interconectados.

Las experiencias.

«En los casi 25 años de hospital hemos pasado muchas experiencias te imaginas; en el año 2001 (cuando nacía Delfina) la crisis del país afectaba terriblemente a los laboratorios. No podíamos comprar los insumos porque ni siquiera nos cotizaban, no se podía importar, bueno en fin, momentos difíciles. En el año 2009 fue la gripe A, recuerdo que derivábamos las muestras desde el laboratorio de guardia para la detección del virus y después vino la vacuna y nos olvidamos, pero en ese momento estábamos estresados. Este año estamos atravesando la pandemia de COVID 19 producida por el virus SARVS COV 2 y todavía seguimos preparándonos, haciendo capacitaciones para cuidarnos y cuidar a los demás, para conocer al virus y los métodos para diagnosticarlo. Dividimos el personal en grupos de trabajo para poder mantener la distancia social (somos muchos) y por si alguno es sospechoso o enferma, para garantizar la continuidad en las prestaciones. Nosotros en el Laboratorio no tenemos contacto con los pacientes (si los extraccionistas), por lo cual trabajamos con el laboratorio cerrado con llave, atendemos por una ventana con elementos de protección personal (guardapolvo, barbijo guantes y máscara). Nosotros recibimos las muestras de hisopados nasofaríngeos y oro faríngeos de pacientes sospechosos de estar infectados por el virus que derivamos a la Facultad de Medicina para la búsqueda del virus, las muestras vienen ya en un envase de seguridad y las derivamos en triple envase. El resto de las muestras, ahora son todas sospechosas las decontaminamos con alcohol 70 hasta las ordenes médicas (papel) no utilizamos ningún tubo destapado, decontaminamos las centrifugas los equipos, las mesadas. No vemos los directos de materia fecal ni los de líquidos de punción, sólo en campana de seguridad biológica. Usamos ropa para el hospital sólamente, que no llevamos a casa, me saco aros, alianza, reloj pelo atado, cofia…  en el hospital pusieron una cabina de seguridad biológica para rociarte antes de salir a la calle y cuando llego a casa me saco todo lo puesto, me baño y las llaves, los zapatos, la cartera, todo a descontaminar, es agotador».

Sensaciones:

«En mi lugar de trabajo y en mi casa me siento segura, me da más miedo el supermercado por ejemplo, aunque ando con tapa bocas. Sinceramente voy al hospital, saco a mi perro Barry a pasear pocas cuadras y al supermercado vamos semanalmente y nada más. Tenemos incertidumbre y más estrés que el de costumbre para un laboratorio de guardia y como coordinadora de residencia tuve que suspender rotaciones externas e  internas de los residentes, el concurso de este año, en fin se retomara más adelante y se reorganizara todo; en este momento hay otras prioridades. El hospital es mi segunda casa, son muchísimos años, quiero mucho al Instituto y es muy lindo y gratificante trabajar haciendo lo que me gusta. Me cruzo a menudo con el Dr. Jorge Hevia que es “el referente en clínica medica” para todos en el Instituto, como te contaba, estuvo haciendo la residencia mi amigo Fernando Barbero en  medicina y tuve la suerte de que Natalia Mangieri hiciera la residencia de bioquímica con nosotros y ahora tiene un cargo en el Laboratorio de microbiología, todos navarreros.

El laboratorio durante el curso de la infección por Covid19:

Los análisis en el laboratorio clínico son una pieza clave para luchar contra la pandemia de Covid 19. Es muy importante saber diferenciar las pruebas rápidas de los análisis PCR que requieren de tecnología avanzada y de una serie de procesos complejos. El virus SARS-CoV-2 (COVID-19) es un virus con material genético de RNA,  perteneciente a la familia de los coronavirus.

Los test de screening y confirmación del Coronavirus todavía no están ampliamente disponibles en todos los Laboratorios de la Argentina. Como te decía nosotros derivamos las muestras para el estudio del genoma del virus a la Facultad de Medicina (INBIRS)El virus SARS-CoV-2 (COVID-19) es un virus con material genético de RNA, perteneciente a la familia de los coronavirus y la técnica de confirmación de casos COVID 19 se basa en la detección de secuencias únicas de RNA del virus mediante la amplificación del material genético por rRT-PCR (del inglés real time reverse transcription polymerase chain reaction ) y los resultados se  cargan en el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino. Sin embargo, existen distintas determinaciones hematológicas y químicas que pueden indicar infección, ayudando en la toma de decisión clínica mientras se esperan esos resultados. Las alteraciones de ciertos parámetros de laboratorio resultan claves en la identificación de pacientes no diagnosticados, así como de otros con pronóstico desfavorable de la enfermedad. Los marcadores bioquímicos más frecuentemente utilizados para evaluar este tipo de pacientes son: a. Estado ácido base arterial. b. Hemograma con recuento de plaquetas y relación linfocitos/neutrófilos (RLN). c. Glucemia. d. Perfil renal: urea, creatinina, ionograma con cloro. Hepatograma. f. Dímero D. g. Fibrinógeno. h. Troponina ultrasensible. i. Ferritina. j. Proteína C reactiva. k. Ácido láctico. l.  CPK . LDH. Entonces en el Laboratorio de Guardia sumamos algunas determinaciones (a las de rutina que se hacen siempre hemograma, glucosa, urea, creatinina, ionograma,  TP KPTT hepatograma etc) para los pacientes sospechosos que demostraron ser muy buenos predictores de severidad, por lo que se recomienda contar con estos analitos en el laboratorio de urgencias:

➡ PCR: marcador bioquímico de inflamación los valores elevados se presentan al inicio de la infección y se conservan hasta la resolución de la enfermedad.
➡ TROPONINA: la falla cardíaca es producto de la hiperinflación que se produce por la respuesta inmune exacerbada frente al virus.
➡ DÍMERO-D: el daño a la hemostasia abarca desde trombos localizados hasta coagulación intravascular diseminada. En estos pacientes la mortalidad ha sido inminente en el 75% de los casos teniendo como valor predictor de mortalidad 1 µg/L.

FERRITINA la hiperferritinemia se ha asociado con una mayor gravedad de la enfermedad y resultados adversos, incluyendo Covid-19.

Desde el año 2016 pertenezco al Comité de Ética del Instituto cuya función es proteger los derechos, la seguridad y el bienestar de los seres humanos seleccionados para participar de una investigación, evaluando proyectos y protocolos de investigación en seres humanos, de investigadores internos y externos al Instituto. Estamos reuniéndonos vía zoom y no de manera presencial por la pandemia pero trabajando un montón (y aprendiendo mucho) en la redacción de consentimientos informados para los abordajes terapéuticos, analizando disposiciones de Ministerio, pautas éticas y operativas para la evaluación ética acelerada de investigaciones relacionadas con el COVID-19.

Agradecimientos

«Al Dr. Nestor Litwin, quien confió en mí para el Laboratorio de Guardia y la Residencia siendo muy chica. Me dijo una vez que cuando tenía que dar una clase se la explicaba a su hijo chiquito y si su hijo la entendía todos iban a entender porque el que sabe, realmente lo puede transmitir a todos. A todos los que me han formado y acompañado estos años y a todos los que formé de los que aprendí también. A mi familia entera, te cuento que  mi papá venia de Navarro a verme a las guardias del día del padre, y me traía orina de su caballo favorito, Fernando que me acompañó en todos mis emprendimientos, me traía pizza a las guardias y se quedaba con los chicos cuando eran bebés (ya ha pasado mucho tiempo) Tomas, Delfina y Martín que en un aspecto me fueron marcando la intensidad y el ritmo en mi trabajo y a vos por encuestarme Guillermo, sabes lo que te quiero, muchas gracias».

Esta nota es en parte lo que me propuse cuando Diario El Navarrero, pasó a ser Revista El Navarrero. Darle un lugar preponderante a las notas de salud, arte, cultura y otros aspectos fundamentales en la vida de cada uno de nosotros. Hacer algo distinto a lo que estábamos acostumbrados. No me fue mal, al menos en lo que a contenido y respuesta de los lectores esperaba.

Espero que esta nota sea del agrado de todos ustedes. Para mí, es muy especial en lo personal, porque en ella hablamos de una profesional con todas las letras, pero fundamentalmente de un ser humano excepcional.

 

 

 

 

 

 

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