Era difícil la parada. Dos goles abajo, de visitante, con la cancha pesadísima, lloviendo, pero en el fútbol bien sabido es que no hay imposibles. Dorrego salió a matar o morir en su ley. Pero enfrente estaba Sarmiento de Roque Pérez, un equipo de temer. A los 10 minutos, luego de un tiro libre en forma de centro, Sarmiento ya se encontró en ventaja. Cada vez más difícil de resolver, pero Dorrego iba e iba con más fuerza que fútbol. Llegó el lapidario 2 a 0, pero a Sarmiento le expulsaron un jugador, que dejaba una luz de esperanza para el segundo tiempo. Pero nada cambió, el trámite siguió igual, bajo la lluvia, con una cancha muy difícil y encima Sarmiento convirtió el 3 a 0 final. Nada para hacer. Una gran campaña del equipo de Navarro, que únicamente se vió superado con holgura en ambas finales. Felicitaciones para todo el equipo, y también para el Vasco, Walter Gnecchi y Guillermo Asconape.
No está muerto quien pelea dice el refrán, por lo que los celestes seguramente seguirán soñando con una cercana vuelta.
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