Liga Lobense. E.F.I.N. comenzó errático y luego goleó a Rivadavia en Empalme

La diferencia de nivel entre ambos equipos se notó desde el mismo pitazo inicial del árbitro del encuentro. Anoche a partir de las 22, Rivadavia de Lobos enfrentó a EFIN en primera en el Enrique Chiosso de Provincial a raíz de aquella fecha suspendida por el mal estado de los campos de juego.

Los dirigidos por Landaburu salieron a comerse crudo al rival, conscientes interiormente de que podían lastimarlo rápido. Así fue que a los 5 los azules ya habían tenido 3 claras. Sin embargo fue Rivadavia quien abrió el marcador por 1 a 0 en una contra por el sector izquierdo de la defensa de EFIN. No mucho más tarde, Facu Vera fue derribado en el área, penal 1 a 1 y justicia momentánea. Pero, otra vez E.F.I.N. falló en algunos movimientos y nuevamente la sorpresa. La Escuelita manejaba el partido a su merced, pero ahora perdía 2 a 1. Un incontenible Nico Polenta marcó la igualdad poco después y antes de ir al descanso, aumentó la cuenta. 3 a 2 y a los vestuarios. Los delanteros hacían la diferencia, pero había que seguir por esa vía sin equivocarse en las otras líneas. Los azules pecaban de impacientes y  querían hacer el segundo gol antes que el primero, dadas las posibilidades concretas que brindaba el equipo que tenían enfrente, último en la tabla de posiciones.

Arrancó el segundo con Rivadavia dormido y Nicolás Polenta amplió la cuenta enseguida. Un minuto más tarde fue Facu Vera el que puso las cosas 5 a 2. Y ahí si, no hubo más partido. Lluvia de cambios y un gol más para cada uno. El de E.F.I.N. convertido por Román Luján. 6 a 3 final.

Tres puntos que no podían escaparse, muchos goles, pero como se remarcó muy bien en la arenga inicial, hay que ir de a poco, sacrificarse por el equipo y no relajarse. Todos quieren a ganarle a E.F.I.N. y a veces, E.F.I.N. facilita los mecanismos de entrada para que ello ocurra. Trabajando sobre eso, el equipo es nuevamente candidato. Si no lo hace, puede sufrir innecesariamente.

Ahora viene el puntero Madreselva. La medida justa para saber si se puede ir por la segunda estrella, a pesar de que falta mucho todavía.