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Cultura. Arrancó arteba en Costa Salguero con 400 creadores en más de 70 espacios

Guillermo Ibarra

De Berni Charly García; de Julio Le Parc a la primera obra NFT de la historia de la feria; de las piezas digitales que Mónica Heller llevó a la Bienal de Venecia a la recuperación del ojo experimental de Marie Louise Alemann. Arteba presenta una nueva edición, la 31, con una potente propuesta expositiva en el estreno de Costa Salguero como casa, desde hoy hasta el domingo. En los números, más de 400 artistas representados por 71 galerías y proyectos artísticos se encuentran distribuidos en tres espacios: PrincipalStage Utopia. Además, se desarrollarán toda una serie de actividades; charlas coordinadas por Jimena Ferreiro y presentaciones de libros, y otros espacios que ya son un clásico, como la Isla de Ediciones (curada por Alejo Ponce de León); un Programa de Videos (por Lolo y Lauti), un Programa de Performance (por Carlos Herrera), un Programa de Arte y Sustentabilidad (por Sofía Dourron) y el Programa de Auditorio.

Llegó arteba y presenta algunos cambios. El principal, la nueva locación. Tras el paso por el Arenas Studios de La Boca del año pasado, que busco integrarse al espacio público a través de diversas actividades -práctica que para esta edición no se volverá a repetir- tiene su debut en el enclave palermitano Centro Costa Salguero -la que será su cuarta casa luego del Centro Cultural Recoleta y La Rural-, que también puede ser su despedida del lugar por las disputas judiciales en relación al proyecto, con apoyo de ONGs ciudadanas y en base a lo que marca la Constitución de la Ciudad, de convertir la ribera en un espacio verde público (que aún no fue tratato por la Legislatura), sobre la contrapropuesta del gobierno porteño que busca la pritatización del predio y solo dejar 8 de las 32 hectáreas como parque.

Más allá de estas cuestiones, la llegada a Costa Salguero se debió, entre otros motivos, a que posee una mejor accesibilidad con respecto a la sede del sur de la ciudad, lo que fue un importante reclamo por parte de los galeristas. Esta accesibilidad es, sin dudas, mejor si se puede acceder en auto, ya que su conexión con los sistemas públicos de transporte es casi nula. También es una realidad que el Centro CS otorga un mayor espacio para los stands lo que permite una mejor visualización de las obras, como pasillos más amplios que facilitan el tránsito de los visitantes, y un sistema de iluminación superior al Arenas.

Por otro lado, con el objetivo de traer un público más federal, desde la Fundación Arteba se decidió organizar el evento durante un fin de semana largo. Los resultados de estas decisiciones, si fueron efectivas o no, se sabrán una vez finalizada la edición.

Arteba es el gran evento del año, no solo por reunir a una gran cantidad de galerías y proyectos, sino porque también, al igual que sucede en otras industrias culturales, las ferias suelen ser el momento de mayores ventas y puede convertir un año malo en términos económicos en uno aceptable o en uno bueno, para los más afortunados. Y es que en algunos espacios todavía se sienten los coletazos de lo que fue el cierre obligado por la pandemia y si bien la feria de 2021 fue un bálsamo, los vaivaenes económicos del país, la inflación y la devaluación como la inestabilidad del dólar apaciguó los espíritus de los coleccionistas y compradores durante gran parte de este 2022.

Un recorrido por la feria

En el ingreso a la feria se encuentra Tawa, obra de Candelaria Traverso, con curaduría de Florencia Qualina, en la que la artista que reside en Catamarca propone un círculo, con un cuadrado en su interior que se puede observar desde cuatro direcciones, donde se encuentran los tapices característicos de la artista, realizados con materiales de feria de ropa usada y con la chacana como símbolo, a los que se le suma una serie de cerámicas que comenzó a realizar durante la pandemia.

El espacio que contiene a las galerías está dividido en tres secciones: PrincipalStage Utopia. En la primera se presentan 26 galerías establecidas (22 de Ciudad, 1 de GBA, 2 de Córdoba y 1 de Montevideo), que poseen una mayor trayectoria, por lo que allí es el lugar para revisitar o conocer a los artistas más reconocidos de lo moderno, las vanguardias del siglo pasado y lo contemporáneo.

En Rolf Art se propone obra fotográfica y videoinstalaciones del grupo formado por Marie Louise Alemann, Narcisa Hirsch Walther Mejía. Alemann, pionera del cine experimental argentino, tendrá a partir del 13 de octubre, su propia muestra, Insistir en la mirada, en el espacio porteño, en la que se propone una revisión de los primeros trabajos de cine experimental y performance del grupo en los años 60s.

En la cordobesa Sasha D surgen las esculturas de Bastón Díaz pensadas y realizadas en computadoras y luego llevadas a lo tridimensional a partir de impresiones, junto a los lienzos de Lucas Jalowski en los que la pintura histórica juega con objetos contemporáneos y cierta cuota de absurdo. En Roldán Moderno hay dos espacios bien diferenciados: uno con DeiraMaccióDel PreteYenteSeguíBerni y García Uriburu; otro donde conviven el op art, lo geométrico y lo cintético, con firmas como Miguel Angel VidalAlfredo HlitoCarmelo Arden Quin y Le Parc.

En un paso por Nora Fisch da la bienvenida Burning Books XI, de la serie de Adriana Bustos en la que representa libros prohibidos, quemados, tema nunca más actual en esta época de la Cultura de la Cancelación; mientras que junto al lado de unas piezas de Fernanda Laguna, hay un potentísimo retrato de un desnudo de Alejandra Fenochio.

En SmartGallery, Hernán Salamanco presenta una nueva serie centrada en pájaros autóctonos. En SurucuáFederal Pirinchos, con la técnica de esmalte sobre chapas, trabajó “lo expresivo en la mirada para transmitir algo que está vivo”, que se diferencia con sus trabajos anteriores centrados en “los paisajes algo desolados”. Justo al lado, en Pabellón, 4 hay una interesante mezcla de artistas contemporáneos con la pintura tipo collage de Paula Otegui, el pop de Dino Bruzzone y el óptico de Paul Sende.

En Stage está constituído por 12 espacios (8 porteñas, 1 de Cusco, Perú, 2 de Rosario y 1 de Córdoba) de menos de 5 años de apertura y que representan artistas de joven trayectoria. En Piedras se puede apreciar la mayoría de las piezas de arte digital con las que Mónica Heller representó a Argentina en la Bienal de Venecia.

Mientras que en Utopia con 22 espacios (12 porteños, 2 de Rosario, 2 de Salta, 1 de Santa Fe, 1 de Tafí Viejo -Tucumán-, 1 de La Plata, 1 de Córdoba, 1 de Mendoza y 1 de Rafaela) se localizan los espacios orientados a las más recientes producciones que van desde galerías, a espacios gestionados por artistas, organizaciones con y sin fines de lucro y otras plataformas experimentales de comercialización.

En Grasa aparece Amparo Viau con una obra de grandes dimensiones (confiesa que tenía otra áun mayor pero no ingresaba en las dimensiones del espacio) de tiza sobre papel en la que conforma uno de sus universos coloridos, vivcaces, tan llamativos en lo macro como de imágenes perturbadoras en lo micro, a través de estas figuras que habitan mundos mitológicos; mientras que en Popa las obras del músico Charly García se roban la atención y las selfies de los curiosos, los visitantes no deberían dejar de prestar atención a la pintura nebulosa de Mariano Cinat o la iconografía gauchesca-gay de Felix D´Eon.

Otro de los espacios a observar es Aura VTV, el único que apostó por la tecnología NFT a través de un Solo Show de Franco Palioff. “Queremos mostrar la versatilidad que puede tener la obra digital en un marco de exhibición físico, no virtual”, dice Esteban Xul Jan a Infobae Cultura. La propuesta consta de un avatar compuesto por “una estructura que tiene cinco pantallas, que tienen parte del cuerpo que están renderizadas, esculpidas todo en 3D en alta definición y diferentes partes robóticas”, agrega Pialoff.

Aunque también allí se muestras otras producciones del artista que reside en Berlín, desde óleos, acuarelas, pasando por esculturas de resina de impresión 3D, carteras, wearables, y NFT’s expuestos en pantallas 1:1 de 2K y pantallas recuperadas “de cibers de los 2000″.

En la platense NN un muro con una serie de retratos de Amada Tejo Viviani genera una fuerte atracción por estos rostros de tinte expresionista, Schieleleanos, imbuidos en artmósferas asfixiantes de tonalidades saturadas. OHNO propone un stand como si fuera una vidriera rota a partie de la cual las obras rompen la distancia con el público.

En la tucumana Fulana, Evi Tartari presenta una suerte de altar que recogen tres etapas de su joven producción: la primera centrada en la fotografía y el autorretrato, “como un horizonte que se dibuja sobre mi cuerpo”, explica; la segunda basada en una investigación sobre cómo eran retratadas las mujeres (en este caso un fotomontaje fotográfico que pone en diálogo la Manuelita Rosas de Prilidiano Pueyrredón y en el que la artista aparece de espaldas como negación de su existencia). En la tercera, dos esculturas parecen proteger a las anteriores, al localizarse al frente. Realizadas con arcilla de tres montes de Salta y Catamarca, en el que cada una tiene su propio color y brillo, las figuras reconfiguran una herencia pictórica de un antepasado italiano, el pintor Bruno Tartari, con el propio reconocimiento de la cultura condor wasi de Tafí Viejo con sus propios campos de interés, como en el animé o los dibujos animados con los que creció. “A medida que una va trabajando en algo nota que surgen cuestiones que no estaban pensadas, pero que están ahí porque son parte nuestra”, comenta.

*Arteba, en Centro Costa Salguero (Av. Costanera Rafael Obligado 1221), del 7 al 9 de octubre de 12 a 20hs. Entradas: General: $1000; estudiantes y jubilados: $500 (se solicitará constancia en el ingreso); menores de 10 años: sin cargo (beben ingresar con un mayor de edad), personas con discapacidad: sin cargo

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