De a poco, con mucho sacrificio y con vistas a seguir creciendo. Así fue que este grupo de gente, sin prisa pero sin pausa, pudo concretar su anhelado sueño. La sede es hoy una realidad.
Anoche a partir de las 20 se realizó en su frente (119 entre 22 y 24) un emotivo acto que contó con la presencia de algunas de las primeras promociones de La Escuelita, jugadores actuales, vecinos y familiares de los precursores de la institución. Ellos fueron como todos saben, entre otros, los recordados Jorge Clavellino y Cacho Arregui. El descubrimiento de la placa y posterior corte de cinta emocionaron a más de uno; la espera se acabó, este mismo sábado en el superclásico de infanto juveniles, El Azul mostrará orgullosamente su nueva casa.
