Impacto del uso de pirotecnia en la audición. Por la Licenciada Paula Gigli

Las fiestas y la pirotecnia, lamentablemente han ido de la mano desde que tenemos uso de razón, sin embargo sería más agradable y placentero para todos, si esos «tremendos ruidos» no nos perturbaran.

Para saber un poco más sobre los efectos de la pirotecnia en la audición, consultamos a una profesional, la Licenciada María Paula Gigli; esto nos enseñó:

«A lo largo de estos años se ha puesto el foco en los cuidados y precauciones para el uso de la pirotecnia con el propósito de prevenir accidentes y quemaduras no deseadas. Sin embargo, poco se ha hablado del impacto que genera en el sistema auditivo. El ruido asociado a cualquier explosión se caracteriza por ser de tipo impulsivo, lo cual significa que su duración es extremadamente corta. En el caso de los petardos, esta duración puede ser tan pequeña como un centésimo de segundo. Si bien el oído está provisto en forma natural de un mecanismo protector que reduce la transmisión de los sonidos más intensos , actúa recién después de unos diez centésimos de segundo, por lo cual es ineficaz frente a la pirotecnia. Una conversación normal se desarrolla en alrededor de 60 decibeles.
El nivel de ruido que genera el uso de petardos equivaldría a casi el doble de la población mundial hablando al mismo tiempo en un mismo lugar. Niveles tan altos, inevitablemente, dejan sus huellas en el oído, generando disminución de la audición; similar a lo que ocurre por escuchar música con auriculares o trabajar en ambientes ruidosos. Otro efecto conocido es el de los acúfenos o tinnitus, es decir zumbidos o silbidos que se perciben dentro del oído aún en ausencia de sonidos externos, y que por contraste son más notorios en ambientes silenciosos o por la noche, Este efecto suele aparecer casi inmediatamente después de la detonación, y si bien luego disminuye su intensidad, a menudo no desaparece totalmente.
El riesgo aumenta cuando se acciona la pirotecnia en lugares cerrados o semicerrados como habitaciones, patio, cestos de basura. Los más afectados son los niños pequeños, con o sin condición del espectro autista, adultos mayores y mascotas.
Cuidémonos entre todos: más luces, menos ruido. ¡Celebremos sin pirotecnia!»

Lic Paula Gigli
Fonoaudióloga
MP: 2181