Tras la colisión, baqueanos de la zona procedieron a faenar a los animales muertos. Para media mañana, sólo quedaban las vísceras dispuestas a un costado de la ruta y del camino de acceso a la escuela rural. También podían observarse algunos restos menores del camión siniestrado y manchas de sangre sobre el asfalto. El camión ya había sido retirado y únicamente permanecía en el lugar el acoplado tolva, a la espera de ser remolcado. Los animales que no fueron embestidos fueron regresados al establecimiento rural del cual se habían fugado durante la madrugada. Hacia las 8 de la mañana, la ruta se encontraba completamente despejada y el tránsito circulaba con normalidad en ambas manos.
Así lo informó textualmente El Civismo de Luján.
