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UNAN. «Nos cerraron las puertas del canil»

Guillermo Ibarra

«Desde hace casi un año, todos los sábados el equipo de UNAN asiste al Hospital Municipal “Canil” a visitar a los perritos encerrados. En esas dos horas que nos permiten estar, nos dedicamos por completo a ellos: los hacemos correr y jugar, los bañamos, los asistimos en invierno con camas y capas, y lo más importante: les sacamos fotos que luego publicamos en nuestras redes. Gracias a eso, desde noviembre de 2024 hasta hoy, 35 perritos abandonados y encerrados encontraron familia. Sin embargo, desde la semana pasada (11/08/2025), ante una observación por una adopción realizada desde el hospital veterinario …. (perro entregado sin castrar a una familia que lo tenia atado a la intemperie), el Sr. Director del Hospital Municipal, Marcelo Azar, nos impuso un nuevo requerimiento: presentar cada semana una “Solicitud de permiso” detallando nombre, DNI y copia de cada voluntario, día, hora exacta y finalidad de la visita.
Aunque resultaba engorroso, y pese a tener el correspondiente permiso otorgado por el Honorable Concejo Deliberante por Resolución de fecha 29 de noviembre de 2016 expediente N 3634, lo hicimos porque nuestro único interés son los perros. El martes 12/08 presentamos la nota con toda la documentación solicitada. Con esa tranquilidad fuimos, como siempre, al Canil… y para nuestra enorme sorpresa lo encontramos cerrado. Vimos a los perritos detrás de la reja, les dimos comida porque notamos que no tenían, y con un dolor profundo emprendimos el regreso. Tres voluntarias escribieron muy respetuosamente al Sr. Director para entender qué pasaba, pero no recibimos respuesta. El trabajo que hacemos en el Canil no es por nosotras: es por los perros que necesitan salir de esas rejas. Negar el ingreso significa quitarles sus momentos de libertad, de juego, de cariño y, sobre todo, la posibilidad de ser vistos para conseguir un hogar. Por eso queremos compartir esta situación con toda la comunidad de Navarro, con nuestros seguidores y con la gente que tanto nos ayuda. Muchas de las cosas que llevamos (camas, capas, correas, comida) son donadas por ustedes o adquiridas gracias a sus aportes. El Canil no debería cerrarnos las puertas: no a quienes amamos a los animales, sino a la esperanza de los que aún esperan ser adoptados y a la libertad que sienten cuando vamos a visitarlos y sacarlos del encierro. Con fe de que esta situación se revierta», expresaron desde la agrupación.

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