AgroMoll Tapa Superior

Zonales. Historias de vida. «Los colores de la bandera».

Guillermo Ibarra

Lo pudimos ver en América 24, también en Arriba Argentinos, contando qué fue lo que ocurrió gracias a dos ángeles (anónimos) que hicieron posible que hoy pueda ver el cielo de “los colores de la bandera”, como le dijo Franco Cardeñia García a su mamá.
“Estos anteojos me llenaron de colores. Vi los árboles verdes arriba y marrones abajo, y hoy le pongos manzanas rojas”, cuenta el pequeño a INFOLOBOS.
“Estoy aprendiendo colores que antes no conocía. Antes veía el cielo color rosita claro, y hoy sé que es como nuestra bandera. Celeste y blanco. Estoy emocionado. Ahora voy a disfrutar la vida en colores”, contó feliz.
Todo inició tras una colecta a través de redes sociales. Su madre comentó: “Franco se atiende en el Hospital Garrahan desde siempre. Era alérgico a la leche de vaca, la soja y a los cítricos, tomaba una leche especial. De eso se curó parcialmente, pero quedaron secuelas. Fue por eso que les comentamos a los chicos de Medio Ambiente si era posible llevar adelante una colecta de diarios y revistas para poder comprarle los anteojos. Pasaron 17 minutos y me llamaron para decirme que me donaban 1000 dólares para poder hacer posible este sueño”.
Además, Franco sufre de constipación funcional crónica, para lo cual toma una medicación que no la cubre la obra social de su papá. “La obra social me pide el certificado de discapacidad, pero él tiene una condición. Por eso OSECAC no nos cubre la medicación que necesitamos”.
LOS ANTEOJOS PARA HACERLE FRENTE A LA CEGUERA DEL COLOR
La familia hizo saber a este medio que “la empresa que los vende no habla español. Todo en inglés y vía mail. Y para el pago era con tarjeta de crédito y en dólares. Nos prestaron una tarjeta con mayor límite, y fue así que lo pagamos. Nos salió 500 dólares, más barato de lo que pensábamos”, describió la madre de Franco.
“Le fuimos a devolver el dinero que nos sobró a esta persona que nos lo donó, a este primer ángel de Franco. Y no lo quería aceptar. Después faltaba el tema del traslado. Fue así que un primo mío, que vive en Monte Grande, nos dio la sorpresa de que alguien se lo había hecho llegar. No sabemos cómo hicieron, porque el tema de la aduana es complicada. Y los anteojos podían quedar varados ahí. Acá aparece el otro ángel de Franco. El ángel del avión, como él lo describe”, detalla con emoción.
Franco dijo a INFOLOBOS que “quiero compartir esto que me pasa para que puedan ingresar los anteojos al país para otros chicos que los necesitan, y puedan ver su pueblo colorido, su patio, su escuela y su salón, como me pasó a mí”.
Franco resaltó el acompañamiento permanente de su señorita Alejandra Eroles y de todos sus compañeritos.
“Le agradezco al señor que nos donó la plata, que nos pidió el anonimato. Y luego al ángel del avión”, remarcó el pequeño que conmueve con su dulzura.
Franco Cardeñia García tiene 10 años. Su mamá es Karina García Fernández, su papá Juan Carlos Fernández, su hermanita Valentina Fernández García, y su abuela Marta Muñoz de García. Una familia que acompaña a Franco en todo momento, y que lucha para que este pequeño lobense pueda vivir feliz. Fuente y fotografía: INFOLOBOS.

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