AgroMoll Tapa Superior

Pedido de publicación de María Inés Francioni.

Guillermo Ibarra

Padre Domingo Alberto Soria Sosa:
En estos 5 años han pasado y he visto pasar muchísimas cosas. Siempre traté de mantenerme al margen, charlé con usted y en privado las cosas que no me parecían bien.
Desde 2011 y hasta el 02/10/2013 fuí miembro del consejo económico de la parroquia, titular de la cuenta junto al Padre Felipe y a Patricia Astegiano, el 99% de los movimientos de dinero eran bancarizados para que haya poco circulante de efectivo y así poder ser más transparentes. Todos los meses se publicaban en la entrada de la parroquia los balances con los ingresos y egresos, como lo venía haciendo el consejo económico anterior. Trabajé con los dos últimos sacerdotes que tuvo la parroquia. Y fuí miembro del consejo pastoral, representando al consejo económico durante todo ese tiempo. Porque así lo había dispuesto el Padre Felipe y así decidió usted que siga siendo.
Usted compara la parroquia con una casa de familia y es totalmente así, y como cada casa de familia hay un jefe de familia y una organización. Y como todo jefe es el responsable final de las cosas que suceden.
Tal como comenta usted, la parroquia no recibe subvención del estado ni del arzobispado, vive de los ingresos por culto y de la donación de los fieles. El consejo económico anterior al que yo pertenecí, se había formado en época de crisis e hizo un esfuerzo grandísimo para poder solventar los gastos. Durante no menos de 10 años se necesitó de las fiestas patronales para cubrir el déficit del año. Pero se hicieron muchísimas acciones, como socios, rifas, difusión y claridad de los números que se manejan, aportes a la librería y santería de la parroquia para que incremente sus ingresos, etc, etc, etc.
Según balance publicado en tiempo y forma del 31.12.2012 usted recibe una parroquia con $80263 entre caja de ahorro y caja chica y un plazo fijo de $120000 con dinero propiedad del Padre Felipe que la familia del mismo decide que quede para ser invertido en la Parroquia (con conocimiento del Arzobispado) ya que él lo venía juntando hacia muchísimo tiempo para construírse una casita en un terreno que le donaban para tal fin. La familia del Padre Felipe toma esa decisión comentando que como su idea era construirse una casa, que pondría a nombre del Arzobispado para que al momento de su partida fuera utilizada por los sacerdotes que cuando se jubilaban no tenían lugar donde ir a vivir; dejaba el dinero para que la Parroquia buscara una obra de destino. Este tema se trato en consejo pastoral, hubo diferentes opiniones y hasta el momento que yo entregara el consejo económico no se le había dado destino definitivo, por lo que se dejo en plazo fijo. Y por último, el Padre Felipe poseía un automóvil, que si bien desde su primer auto hasta el último cambiado era adquirido con dinero particular, por su decisión estaba a nombre del Arzobispado. El julio de 2013 se cobró el dinero del seguro por $48000 y se adquirió el vehículo actual por $60000. Todas las colectas imperadas abonadas al arzobispado. Y usted también tenía su jubilación y obra social al día ya que había llegado a Navarro con varios meses adeudados y se hizo cargo de ello el consejo económico de la parroquia.
El 02/10/2013 entregamos Patricia Astegiano y yo a usted y los 12 integrantes del nuevo consejo económico $72527.85 entre caja y banco; un plazo fijo de $120000; y el vehículo a nombre del Arzobispado sin ninguna deuda. Así como todos los servicios, sueldos y cargas sociales al día. En ese mismo momento, el estudio Isoardi deja de ser quien liquida los sueldos del personal como lo hizo hasta ese momento (siempre Ad honorem) y pasa a manos de la contadora Guillermina Bruno.
Recordará que fue un traspaso preparado y organizado, con dos reuniones previas entre ambos consejos para que no sea perjudicada la organización de la parroquia, aunque veníamos trabajando con muchas diferencias de pensamientos desde el inicio, cuando usted pretendía utilizar dinero del plazo fijo para comprar un auto cero kilómetro, o publicaba que con dinero del asado de mujeres se construiría la cocina en la planta alta y finalmente terminaba saliendo siempre el dinero del consejo económico porque caían las facturas para pagar, y muchísimas situaciones más que no vale la pena sacar a la luz, jamás lo hice ni pensaba nunca comentarlo menos públicamente. Pero sinceramente no puedo leer que hay “calumnias de apegados al dinero que manejaban antes el de la parroquia y ya no pueden hacerlo…” y permanecer callada. Porque soy la única persona que hacía las transferencias y extracciones de dinero de la cuenta de la parroquia, quien controlaba la caja chica cuando la manejaba el Padre Felipe y cuando lo hacía Patricia.
Jamás me apegue al dinero, menos al de la parroquia, a donde siempre aporté todo lo que pude; hasta que mi salud dijo basta cuando usted era el administrador parroquial.
No se a quien apunta con sus comentarios reiterados de “los que estaban antes”, creo que no tiene nada para culpar a nadie, solo trata de revolver el río para tapar sus irresponsabilidades; pero no puedo dejar de hacer estas aclaraciones, porque fuí la firmante de cada uno de los balances del consejo económico al que pertenecí.
Si puedo comentar que usted llego con lo puesto, y deudas en su obra social, que nos pidió le adelantáramos el sueldo porque no tenía un peso, que nos dijo que hacía muchísimo tiempo que no veía a sus padres y hablamos con miembros del consejo pastoral y decidimos abonarle un pasaje en avión para que vaya a verlos. No voy a exponer yo al respecto de la situación actual de la parroquia, no la conozco, no he visto publicados sus balances, pero si hoy tiene deudas como puede tener cualquier casa de familia de seguro no es culpa del consejo económico anterior o de quienes manejaban el dinero de la parroquia. A disposición de quien lo necesite tengo todas las copias de los balances presentados mes a mes durante mi gestión.
A disposición.

MARIA INES FRANCIONI

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