AgroMoll Tapa Superior

«Un grito desesperado ante la desidia y el abandono». Por Araceli Stabellini

Guillermo Ibarra

Años de decadencia, abandono y una falta alarmante de obras han convertido a Navarro en un páramo urbano, donde la desidia de las autoridades se traduce en calles inundadas, alcantarillas tapadas y una sensación de desamparo palpable entre sus habitantes. Nací y me crié en este pueblo, y jamás presencié un deterioro tan profundo como el que azota a Navarro en la actualidad. La falta de coordinación, planificación y trabajo en equipo se hace evidente en cada esquina, donde directores puestos a dedo por favores políticos se desentienden de las necesidades de la comunidad.

Las calles se convierten en ríos cada vez que cae una gota de lluvia. Las alcantarillas tapadas y la ausencia de cunetas son el caldo de cultivo perfecto para las inundaciones, que afectan no solo las viviendas, sino también la salud mental y emocional de los vecinos. Mi caso, en 115 entre 6 y 4, es sólo un ejemplo más de la desidia generalizada. Hace más de una década que nadie se ha interesado por esta problemática. He solicitado la limpieza de las alcantarillas y cunetas en reiteradas ocasiones, incluso pagando el combustible de las máquinas, sin obtener respuesta alguna.

¿No configura esto una clara incumplimiento del deber por parte de los funcionarios públicos? ¿Hasta dónde debemos llegar los vecinos para que se atiendan nuestras necesidades básicas?

El lunes pasado, con el agua rozando la puerta de mi living, llamé a los bomberos en busca de ayuda, pidiendo una bolsa de arena. Ellos, con amabilidad, derivaron mi caso a Defensa Civil. Me prometieron una respuesta en media hora que nunca llegó. El estrés emocional y mental que me genera cada temporal es comparable al de un abandono de persona. No soy la única que vive esta situación. Cientos de vecinos sufren en silencio, temerosos de levantar la voz por miedo a la indiferencia de las autoridades.

Es hora de que alguien reaccione. Es hora de que las autoridades asuman su responsabilidad y trabajen por el bien del pueblo, que es el único objetivo que debería perseguir cualquier servidor público.

Navarro no merece este presente. Navarro merece un futuro mejor. Un futuro donde las calles sean transitables, las casas estén a salvo de las inundaciones y los vecinos se sientan escuchados y protegidos.

Araceli Stabellini. DNI 13.744.709. Vecina de Navarro.

 

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